martes, 31 de julio de 2007

Historia Real

A principios del siglo XVII, cuando el joven hombre-lobo francés Jean Grenier fue sometido a juicio por el asesinato de varios niños, el tribunal mostró una compasión poco corriente en aquellos tiempos. Tuvo en cuenta tanto la edad del muchacho (tenía 13 años) como la opinión médica, según la cual Grenier era víctima de una locura alucinatoria, o licantropía, y por tanto, en vez de condenarlo a la hoguera, le impuso, una sentencia de encarcelamiento perpetuo entre los muros del monasterio franciscano de Burdeos.
En la foto de arriba se observa la Ejecución, en 1685, del burgomaestre de Ansbach, convertido en hombre-lobo. Este suceso quedó grabado en la mente de los ciudadanos de Ansbach durante muchos años.

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